21k Huemules Challenge

El regreso de la primera lesión de mi vida fue debut y despedida. Nadie lo sabía en ese momento, pero sería la última carrera antes del coronavirus.

Hace exactamente 35 días no podía caminar. No exagero, literalmente no podía apoyar el pie en el piso.

Hoy estoy a punto de largar @huemuleschallenge 21k en montaña en mi primera vez en Chubut.

En el medio pasó de todo…

Bronca, dolor, tristeza, tozudez, esperanza. En una década entrenando jamás me había tocado un día que diga, «hoy no puedo salir».

Pero me pegué un esguince de tobillo que me dejó la pata como Dumbo… no solo por lo ancha, sino por lo violeta

Mucha gente me ayudó pero Marcos Parabue realmente hizo magia.

Me atendió 28 horas luego de la lesión y no solo me puso a caminar, ese día pude hasta trotar suavemente! Osteopatía, acupuntura y una hora arriba de su camilla que es como la alfombra de Aladino

Gracias a eso esta noche voy a poder soñar con filos de montañas andinos, nieves eternas y los imponentes paisajes de Chubut explotando en la retina.

Todo sazonado con sudor, taquicardia e hiperventilación y contado en carne viva para La Nación y Weekend

Un fin de semana para correr, escribir y vivir como si cada zancada, cada párrafo, cada respiración no de fuesen a repetir jamás.

Y en cierto sentido siempre es así…

Tuve la fortuna de disfrutar la última carrera antes de que el Coronavirus suspenda todo el calendario nacional y próximamente extermine la raza humana.

Putie, me caí, llevé alimento para una media maratón y tardé 2h50m, más que en mi maratón de Bs. As., usé zapatillas de calle y me patiné en todas las subidas, terminé vacío los últimos kilómetros con un trote que daba pena… ¿pero de qué me puedo quejar con la posibilidad de correr y escribir desde una reserva natural en Chubut?

Vivir la Huemules Challenge fue una experiencia irrepetible. Quizás algún día tenga la suerte de volver, pero ¿cómo repetir la emoción de la primera vez? La excitación de descubrir los paisajes de Esquel, la calidez de la bienvenida de los locales, de Darío Lalo Ríos explicando cómo pierden los cuernos los ciervos, de Eulalio «Coco» Muñoz recibiendome en la pista de atletismo que forjó a tantos campeones, los consejos de Sergio Trecaman para no morir en la montaña y la paliza que me dio René Parra que si bien es de San Martín, viajó para atenderme otra vez…

Lo voy a contar para el diario La Nación y la revista Weekend . Ah… y salí 4°…

Puedo decir que antes de que se acabe el mundo, fui feliz…

Justito que arañé el podio de la categoría

Así fue la cobertura para La Nación

 

Así fue la cobertura para Weekend

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