¿Querés saber cómo meterte en un podio de la general en una carrera de 9000 personas?
Bueno, agarrate del celular porque te lo cuento en un relato sanguijuela furiosa…
5:40 am sonaba el despertador y yo que pienso casi siempre lo mismo «¿Quién mierda me mandó a anotarme a una carrera tan temprano?», pero es eso o nada porque se largaba a las 7:30 así que calladito a las
6:20 salí trotando lento rumbo a la carrera y convencido de que la mañana no se hizo para correr. Que ni la música ni la mucha gente me terminaba de activar y yo trotaba cerca del arco con pocas ganas y pensando, de última la aflojo, porque no me sentía para pelearle nada a nadie, pero que a las
7:20 ya estaba en la línea de largada y miro, que nos conocemos todos y ya sabemos más o menos para cuánto está cada uno «y bueno, quien te dice que acá hoy pueda decir algo» me dije y «dale pibe, metete en modo competitivo que se huele una posibilidad», así largué buscando el primer pelotón a las
7:30 y no fue una locura el primer ritmo propuesto por los chicos, que salí sin reloj y no es una metáfora, sin nada en la muñeca pero sentía en las patas que por lo menos podía seguir ahí charlando y habrá sido ya por el…
Km 1 que se van adelante Mauro Rozza y Hernán Granja y no pienso un segundo y mejor quedarme atrás en el segundo pelotón pero con una chance de podio, así que pasamos el
Km 2 muy prendido atrás de Sebastian E. Irusta y Diego García también de FCMax que venía con nosotros, en sí los tres de mismo club de la Federación Atlética Metropolitana, parejito el pelotón pero el único que tiraba era Seba, recién por el
Km 5 o 6 que íbamos viento a favor me le pongo a la par pero dejando claro que el ritmo lo ponía él y yo no iba a hacer un solo paso adelante, tenía una sola carta para jugar y estaba aplicando táctica sanguijuela, y a pleno cuando en el
Km 7 giramos en U y volvimos viento en contra, los desafío a encontrar una foto de frente donde aparezca algo mío, Seba debe medir como metro 85 y yo lo único que seguía era la melena de él que iba a izquierda y derecha y pensaba «si tenés una chance es acá atrás guardo cada gota de energía», que ya me había ganado este año en las medias maratones de Asics y Buenos Aires. Y si yo hoy tenía un tres de basto para mí que él tenía un siete de oro pero dale igual que llegamos al
Km 10 y yo ya estaba seguro que iba a tirar la carta en el km 12 porque no me tenía fe para un sprint final ni tampoco para aguantar un cambio 5 km así que llegué al
Km 11 y seguíamos viento en contra y para colmo por los resaltos de los lagos de Palermo, pero bueno, ni bien salimos de ahí y tomamos Figueroa Alcorta, ancha y sin resaltos intento pasar por la izquierda y ni se entera de que cambié de ritmo, que vamos de vuelta pero por la derecha, que para ese lado doblamos en Dorrego y levanto y levanta y pienso «este está mejor que yo» pero sigo poniendo que se viene la curva y uno tiene que llegar antes, y llego yo y cuando agarro Dorrego veo una bici a unos 50m y «o seguís a esa bici como si te llevase al podio o lo perdés» y dale que se vino el
Km 12 y no miro para atrás que total sé que lo tengo muy cerquita y dale estirá la zancada y corré suelto y el
Km 13 y empezamos a agarrar a los que hacían 5 km y yo ni de casualidad miro para atrás y veo el cartel del
Km 14 y pongo todo, todo lo pongo que tengo que este me agarra y me saca del podio como en Asics que había podio de 5 y Seba entró 5° y yo a diez segundos atrás y ahora no, poné todo pibe que no sobra nada pero se ve el arco y dale que se te viene y también veo el reloj y dice 50’0 y algo y es muy buena marca para mí que ni me la esperaba ya veces correr sin reloj sirve y dale que faltando 50m Gonzalo Vivardo me alienta y le hago señas para atrás y me dice tranqui que venís bien, pero bueno, ahora le meto que cruzo el
Km 15 con mi mejor marca del año, 50’17» no oficial y la alegría enorme de un podio y una marca que no me esperaba y eso, que hoy estuvo estupendo, pavada de carrera que me corrí…
